La capacidad de comparar precios y conseguir las mejores ofertas en productos es lo que impulsa a los compradores, tanto en las tiendas físicas como en Internet. Sin embargo, los errores e incoherencias en los precios al por menor son demasiado frecuentes y cuestan a las empresas valiosas ventas. Para atraer a su público objetivo y fidelizar a los clientes, tanto los fabricantes como los minoristas deben buscar constantemente la mejor estrategia de precios.


Cuando el panorama minorista es muy variado, y los precios difieren significativamente entre tiendas y regiones, tener una visión clara y oportuna de las diferentes estrategias de precios es crucial para superar a la competencia.
En la mayoría de los casos, las organizaciones minoristas están formadas por una mezcla de puntos de venta centralizados y tiendas franquiciadas que se gestionan de forma independiente, una combinación que también contribuye a que los precios sean menos estructurados y más impredecibles. Además de enfrentarse a esta competencia "interna", los minoristas también tienen que vigilar constantemente los precios de venta de los competidores directos y de los minoristas de descuento duro. El auge de los minoristas de descuento, especialmente en ciertas zonas de Europa, también ha aumentado la conciencia de los consumidores sobre los precios, obligando a los minoristas tradicionales a centrarse en optimizar su estrategia de precios para mantener su ventaja competitiva.
Además, incluso los minoristas centralizados tienen diferentes estrategias regionales de precios. Por tanto, comprobar un pequeño número de puntos de venta en todo el país no proporcionará una imagen representativa de los precios.

Por último, pero no por ello menos importante, el crecimiento de los minoristas online de productos de gran consumo y comestibles también está contribuyendo a la necesidad de acceder puntualmente a datos fiables sobre precios. Con respecto al comercio electrónico, es importante saber cómo se comportan los precios en la zona de entrega. Si un minorista online no puede ofrecer precios competitivos, no hay razón para que los consumidores compren online. Este ha sido un factor en el fracaso de varios servicios de entrega de comida, por ejemplo.

En un panorama con tantas capas, vigilar constantemente la competencia interna y externa, tanto en las tiendas físicas como online, es clave para evitar perder cuota de mercado y crear una estrategia de precios eficaz y competitiva.


Pero los minoristas no son los únicos directamente afectados por las estrategias de precios incoherentes: los fabricantes también tienen mucho que ganar si comprenden los precios de venta de sus productos en las distintas tiendas y zonas geográficas.


La actividad de supervisión continua puede ayudar a los fabricantes :

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